Sinopsis:

Año 1928: Cecilia, con tan solo cinco años, deberá enfrentarse a la trágica muerte de su padre y las marcas del abandono materno. En la estancia de Paula Cáceres, encontrará refugio. Serán las montañas testigos de su tristeza y el aroma de los árboles frutales quienes abrazarán su soledad. Sin embargo, el silencio profundo de la niña impedirá a Paula y a quienes viven en la estancia, comunicarse con ella. Los recuerdos de Cecilia se verán asediados por un objeto particular: el relicario de su padre. Inmersa en sus propios pensamientos, se encontrará otra vez allí, en el momento en que su vida cambió para siempre, buscando una pista que la guíe hasta él.

Año 1988: Micaela y Benjamín disfrutan de un amor apasionado. Estaban destinados a encontrarse desde que sus abuelas se conocieron en el Campo de Concentración Auschwitz-Birkenau, prometiéndose una amistad duradera.

De pronto, la vida de Benjamín se tiñe de un color oscuro al rememorar los momentos junto a su abuela y recordará un objeto que parecía olvidado en algún rincón de su mente: el relicario antiguo que Carmela le obsequió antes de morir.

¿Se puede amar en medio del silencio y el dolor? ¿Qué secreto guarda el relicario?

Reseña – @matildeacostaalfonzo

Hoy te recomiendo una novela que transcurre en Argentina entre 1928 y 1988, con unos saltos temporales excelentemente logrados y mucho orgullo por la ley 27710, aprobada el 13 de abril de 2023.

El secreto del relicario cuenta las historias de Cecilia y Benjamín, a través de todas las circunstancias de la vida. Por el lado de él, muchas preguntas, pocas respuestas y un árbol genealógico que creía completo pero al que le faltaba una pieza. Por la parte de ella, una familia rota, la imposibilidad de entender qué le pasaba, el diagnóstico, el aprendizaje a través del sistema oral y la construcción de la lengua de señas argentina desde su origen; toda una historia de superación narrada para permitirnos recorrer y conocer una parte de las cosas vividas por varias personas de la comunidad sorda.

El libro esta estructurado en tres partes y, francamente, debo decir que en la primera de ellas me costó entender los lazos de sangre entre abuelas paternas y maternas, hijos, sobrinos, y demás vínculos, pero se entiende que genere confusión la historia de una persona que cree tener muchos datos sobre su identidad y termina descubriendo que, en realidad, sabe muy poco. Ese aturdimiento que vive el personaje de Benjamín lo viví yo también como lectora al principio pero, luego, en las dos partes restantes, flui con la historia de una manera maravillosa. Esto lo escribo a título personal porque quizás a vos, como lector, no te genere tanto aturdimiento y puedas entender todo el árbol familiar desde el principio; al fin y al cabo, cada uno de nosotros vive las historias de modos diferentes.

Florencia González realizó una gran investigación para llegar a materializar esta novela y, si bien es una historia de ficción, muchos de los datos, lugares y algunas personas que se nombran existieron y existen en la vida real hasta el día de hoy. El estilo de escritura permite una lectura dinámica, atrapante, y el español neutro utilizado para los diálogos ayuda a ubicar el contexto histórico en todos los años en los que se narra la historia.

Párrafo aparte para los datos de cultura sorda vertidos en el transcurso de cada capítulo. Menciona las instituciones para infancias sordas creadas entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la «escuela blanca», en la provincia de Santa Fe, y el congreso de Milán de 1888, que forzó la enseñanza en la oralidad para personas sordas de todos los niveles educativos; congreso que tuvo su primer repudio, con la consecuente aceptación del bilingüismo, en 1980 en la ciudad de Hamburgo y del que lograron revocar definitivamente todos sus dictámenes en 2010, en el congreso realizado en Vancouver. Por esto todos los personajes sordos que nos presenta la novela están educados en la oralidad; la real aceptación de las lenguas de señas para el ámbito académico es contemporánea y, en el caso particular de nuestro país, la ley federal de lengua de señas argentina, que protege todo lo que tiene que ver con su difusión y desarrollo como elemento principal de la cultura sorda, es también una novedad.

Por todo esto puedo decir que me atravesó con fuerza esta historia, fue una revolución para mis sentidos. Si vos también te querés dejar atravesar, si te querés emocionar, como yo, y si querés vivir, con mucho amor y empatía, todo lo que tienen que pasar estos personajes hasta descubrirse a si mismos y en quienes los rodean, entrá ya mismo a la página de El Emporio Ediciones para tener esta novela en tus manos y, así como las alas de la mariposa, poder abrir el secreto del relicario.

El secreto del relicario – Florencia González

Novela – 294 páginas

Editado por El Emporio Ediciones – @elemporioedicionescba