Traducción y versión de Lluís Pasqual sobre La gran magia de Eduardo De Filippo

Mar del Plata, años 50. En un hotel de lujo, un mago presenta su espectáculo e interviene de manera imprevisible en el desenlace de una historia amorosa. El prestigioso director catalán Lluís Pasqual regresa al San Martín para montar su versión de la compleja y entrañable pieza de Eduardo De Filippo, una comedia amarga que cuestiona los límites entre realidad y ficción al tiempo que muestra hasta qué punto la vida es un juego y las decisiones tomadas resultan irrelevantes. 

Desde el viernes 16 – Sala Casacuberta – Teatro San Martín  – Avda. Corrientes 1530 CABA
Miércoles a sábados, 20.30 horas. Domingos, 19.30 horas. 
Última función: domingo 15 de diciembre
Duración: 125 minutos (con un intervalo)
Elenco: 

Marcelo Subiotto, Patricia Echegoyen, Pablo Mariuzzi, Alejandra Radano, Nacho Gadano, Elvira Onetto, Yanina Gruden, Paco Gorriz, Pablo Razuk, Santiago Sirur, Ignacio Sureda

Músicos en escena: Santiago Sirur (cantante), Shino Ohnaga (acordeón), Germán Martínez (guitarra), Ernestina Inveninato (violín y mandolina)

Performers: Ema Peyla o Luz Benavento

Video: Moreno Pereyra. Dirección asistente: Edgardo “el Negro” Millán. Música y dirección musical: Julián Vat. Diseño y adaptación de iluminación: Omar San Cristóbal. Diseño y adaptación de escenografía: Vanesa Abramovich. Diseño de vestuario: Renata Schussheim. Dirección: Lluís Pasqual

El prestigioso director catalán Lluís Pasqual regresa al San Martín para montar La gran ilusión, su propia versión de la compleja y entrañable pieza de Eduardo De Filippo, una comedia amarga que cuestiona los límites entre realidad y ficción al tiempo que muestra hasta qué punto la vida es un juego y las decisiones resultan irrelevantes. 

La obra tiene lugar en Mar del Plata, en los años 50. En un hotel de lujo, un mago presenta su espectáculo e interviene de manera imprevisible en el desenlace de una historia amorosa. Agobiado por la realidad hostil de un mundo corrupto e inmoral, el inefable Calogero deberá decidirse entre enfrentar esa realidad a la cara o defenderse de ella recurriendo a la ilusión

Sobre la puesta en escena de la pieza escrita por el dramaturgo napolitano en 1948, Pasqual reflexiona: “En un momento en que se están difuminando los límites de lo que hasta ahora llamábamos verdad y mentira… ¿Tenemos el derecho de juzgar a alguien que se refugie en una ilusión que concede un soplo de esperanza a su propia vida? ¿No quisiéramos todos encontrar un mago que con sus poderes nos concediera nuevos ojos para observar la realidad con una sonrisa liberadora de este convulso y absurdo mundo contemporáneo?”

La adaptación local del texto es de Fernanda Cava, el entrenamiento y asesoría de magia de Guillermo Flores, la dirección de casting de Norma Angeleri, el video de Moreno Pereyra, el director asistente es Edgardo “el Negro” Millán, la dirección musical de Julián Vat, el diseño y adaptación de iluminación de Omar San Cristóbal, el diseño y adaptación de escenografía de Vanesa Abramovich y el diseño de vestuario de Renata Schussheim. La dirección general es de Lluís Pasqual. 

Comentario – Las Acosta

Una pieza escrita en 1948, puesta en escena en este 2024 turbulento y confuso, cae muy a tiempo. Las adaptaciones y cuidados de dirección, vestuario, luces, son muy precisas y le dan un aire justo para este tiempo. Los actores y actrices están muy bien, son engranajes que funcionan perfectos en ese ensamblado artístico de gran belleza y sencillez..

Pablo Mariuzzi, Marcelo Subiotto y Patricia Echegoyen tienen mas lucimiento por ser las piezas eje de la historia; lo despliegan con una enorme potencia y hacen sentir al público cada paso de la obra.

Es muy destacable el movimiento de actores y actrices por todo el teatro rompiendo realmente la famosa cuarta pared; devenidos en público asistente al show de este famoso ilusionista, entran en una dinámica que quiebra el límite entre lo real y lo ficcional, eso potencia la obra y la hace vibrar en el espacio. Los efectos visuales, y el diseño sonoro completan estos momentos de forma magistral. Es tangible esa ilusión que este personaje, un poco mago, un poco charlatán, instala en el espectáculo. Las risas surgen espontaneas y todo es tragicómico como la vida, pero deja un sabor intenso de alegría al sentirnos ensamblados en esa rueda de la vida tan única.

La trama es esa ilusión que genera como una nube incierta frente a los ojos de quien no quiere o no puede ver la realidad; tal vez esas verdades son tan duras que necesitan de algún artilugio para poder soportarlas. Y en este punto digamos que la realidad y la ficción de la obra nos hizo sentir algo tan especial como difícil de definir; vivimos en un país que posee un lujo de talentos y son ellos/ellas quienes nos abrazan para resistir los embates de los tiempos difíciles, siempre fue y es así.

La música merece un párrafo aparte, es maravillosa, voces sorprendentes, hermosas como la de Santiago Sirur le dan un brillo de belleza al espectáculo.

Super recomendada, lo van a pasar muy bien y les va a dejar tema para pensar.