UNA OBRA DE ALBERTO ROMERO
DECLARADA DE INTERÉS POR LA LEGISLATURA PORTEÑA POR DEFENDER Y PROMOVER LOS DERECHOS HUMANOS
ESTRENO SÁBADO 22 DE JUNIO 21:30 HORAS
TEATRO TADRÓN – Cnel. Niceto Vega 4802, CABA
SINOPSIS
Durante los años 1976 y 1983 nuestro país vivió su etapa más oscura. Aunque el arte se expresó desde la vuelta a la democracia y se seguirá expresando solamente para fomentar «la memoria colectiva», poco se sabe de la relación que existió entre dictadura y homosexualidad, cómo fue vivir en esos años para aquellos hombres que valientemente se hacían cargo de quienes eran, en una sociedad que no estaba aún preparada para escuchar otras voces que pensaran y vivieran su sexualidad, corriéndose del pensamiento único imperante en esa época.
Comentario – Las Acosta
El amor no tiene género.
Como explica la sinopsis, en la última dictadura cívico-militar en Argentina se persiguieron a todos los colectivos diversos, pero en especial la homosexualidad era el eje de la mayor perversión para esa gente que ejercía el poder. Tener una elección sexual en el mismo género para mujeres o varones era ser degenerados, invertidos, amorales, «pecadores» y todo lo que se puedan imaginar. Travestirse era motivo de escarnio para esas fieras salvajes que perseguían gente por dónde fuera; ese poder tenía la oportunidad de apoderarse de las vidas, los bienes, las esperanzas y los sueños de todas las personas. En el contexto de una pseudo guerra combatiendo militantes, subversivos, guerrilleros, desapareciendo personas, torturando y matando, caían nuestros amigos por sentir esas ganas de amar, de ser felices.
Edith Piaf es la inspiradora perfecta para esta obra que traspasa el alma. Alberto Romero es tan genial como minucioso trabajador del arte, escribe este texto con todos los hilos perfectos para armar la historia desde aquellos tiempos oscuros hasta hoy y para adelante. La Piaf nació en la calle, literalmente, porque su madre salió sola, como pudo a parirla en un hospital y no llegó. Las miserias de esos tiempos devinieron en su niñez dentro de un prostíbulo, y alimentada por vino mas que por leche, ya que su abuela materna le daba a tomar pensando que sería bueno. De ahí surge la llamada «diosa de ébano» con su voz fascinante y su arte seductor único. Este personaje tan inspirador es uno de los personajes que representan en sus shows estas amigas; estos hombres que se escapan a una isla en el Tigre para «montarse» como artistas maravillosas que son, fueron y serán. Ese era su cable a tierra: hacer sus fiestas, ser por un rato una cantante famosa con play back, vestidos y pelucas, maquillajes llamativos y pestañas de cartón que las hacen gigantes bellos sobre sus tacos de quince centímetros.
La historia arranca en esa fiesta «montada» a la que estamos invitades. Y luego viene la historia detrás de la historia. Fuerte, profunda, para pensar y entender, para seguir hablando y en lucha. Porque esta no es una lucha de un sector que elige otra sexualidad, otra forma de manifestarse, esta es la lucha de la libertad del ser que ama y solo desea ser feliz. Todes deseamos lo mismo: un amor, un día de diversión, de fiesta, de bailes, de vestirnos con las pieles que nos hagan sentir belleza, arte, porque solo queremos gustar, gustarnos, gustarle a otres. Eso somos los seres humanos, por eso es cruel lastimar el sueño, el deseo de felicidad de otro ser, no es válido lastimarnos. Pero cuando vivimos una obra así, la pasamos por la piel, tal vez podemos hablar del tema, ponerlo en su justa medida, entender que lo bueno, lo malo, lo blanco, lo oscuro, lo sucio, lo limpio, no pasa por esa «normalidad de bien» de la que tanto se habla; el verdadero valor está en amar, amarnos es hacernos libres y cuidarnos.
La obra es excelente, los actores y la actriz están muy bien y todo fluye de un modo amoroso. Queda una sola función, esperemos que la puedan ver, vivir, y que vuelva una y mil veces con debates posteriores porque tenemos que aprender mucho todavía. Recomendamos!!!
FICHA TÉCNICA
Autoría: Alberto Romero
Actúan: Leonardo Javier Alcarraz, Christian Arbe, Adriana Enriquez,
Andy Rinaldi, Alberto Romero, Juan Rutkus, Mariano Zega
Diseño de maquillaje: Jessica Garcia
Diseño de vestuario: Matias Begni, Julio César
Diseño de escenografía: Giselle Vitullo
Diseño de luces: K3studiolighting, Victor Gabriel Olivera
Realización de escenografia: Giselle Vitullo
Fotografía: Inés Viqueira
Diseño gráfico: Inés Viqueira
Asistencia de dirección: Marcelo Paradiso
Puesta en escena: Daniel Godoy
Dirección: Daniel Godoy
Prensa: Kevin Melgar (0KM Prensa)