El flamante campeón argentino Jesse Pungaz, nombre artístico del rapero y freestyler miramarense José Vine, encarará este sábado en Colombia su primera Final Internacional de Red Bull Batalla, el más importante de todos los torneos de batallas de rap de habla hispana, convencido de que la de nuestro país es “la mejor escena de freestyle del mundo”.
Jesse, de 26 años, será uno de los dos competidores argentinos de la velada, pues también dará el presente el cordobés Mecha. Para alcanzar el título de “la madre de todas las competencias” que ya consiguieron en el pasado Frescolate, Dtoke y Wos, deberán medirse con algunos de los exponentes más fuertes de la disciplina como el mexicano Aczino y los españoles Chuty y Gazir.
La cita internacional será en el Movistar Arena de Bogotá el sábado desde las 18 de Argentina, con la transmisión habitual por streaming a través de la web (redbull.com/batalla) y el canal en YouTube de la marca de bebidas energizantes y con la novedad de que también podrá verse en tres complejos de cine de distintos puntos del país en los que los fanáticos podrán emular el espíritu colectivo de este tipo de eventos.
Se proyectará en vivo en Atlas Caballito (Av. Rivadavia 5071, CABA); Cinemacenter Mendoza (La Barraca Mall, Las Cañas 1833) y Cine Atlántico Miramar (Calle 21 N°1546, Miramar, Prov. de Buenos Aires).
De vertiginoso crecimiento en los últimos años, Jesse se hizo viral por sus rimas callejeras antes de ocupar los grandes escenarios. Especialmente aquellas de cuando todavía había una salida paulatina de la pandemia y venció con pocos días de diferencia dos veces a Tata, prócer “vieja escuela” de la escena que por entonces era bicampeón de Red Bull Batalla Argentina.
De gran performance en el under, su ascenso se confirmó el año pasado, cuando alcanzó el tercer puesto en su segunda participación en la Nacional y ganándose un lugar, ya en 2023, en la liga FMS Argentina.
Puesta en escena, punchlines punzantes y un flow muy particular gestado en paralelo con el desarrollo de su creciente carrera musical, Jesse logró adueñarse de la batalla definitoria de la Final Nacional en Córdoba el mes pasado, ante el local y favorito Larrix, y consiguió el título más prestigioso de la escena de rap improvisado.
En comunicación desde Colombia, donde se prepara junto a sus colegas para el gran evento del sábado, Jesse Pungaz aseguró que aunque tener al “público en contra es algo que te afecta”, él apuesta por “rapear para uno mismo” y concentrarse sobre todo en lo que sucede sobre la tarima.
Télam: Pasaron pocas semanas de tu consagración en la Nacional. ¿Ya caíste?
Jesse Pungaz: Siento que ya pude caer en el sentido de que ya procesé toda la sorpresa que representó, todo el tiempo de búsqueda y todo lo que significa cumplir un sueño. No siento que haya terminado de procesar lo que significa ser el campeón argentino y que lo voy a ser el resto de mi vida: el campeón de Red Bull de 2023. Todavía no logré medir del todo la trascendencia que el logro implica.
T: ¿Qué expectativas te genera la Internacional?
JP: Me genera expectativas de disfrute y compartir, como en todos los eventos, solo que el plus que tiene es que el título es el más valioso que existe en el mundo del freestyle. Pero no es algo que me nuble la vista ni me impida venir a Colombia a disfrutar del evento.
T: En el cuadro hay figuras de la talla de Chuty, Aczino, Gazir, Mecha… ¿Es mejor ir de candidato o más desapercibido a un evento así?
JP: Siento que en la previa de Argentina no era un favorito a ganarla, y me fue bien. Me gusta más no ser candidato, o que no se me tenga en cuenta como un posible competidor de puestos altos. Me siento más cómodo así.
T: Todos los freestylers coinciden en que Red Bull Batalla es muy especial. ¿Por qué?
JP: Creo que lo que la hace especial es que suele ser el primer acercamiento que se tiene a la cultura de las batallas de freestyle; eso y la película de Eminem (“8 Mile: Calle de ilusiones”, de 2002). Es como el primer amor que uno tiene con el freestyle, la primera impresión o la primera sorpresa.
T: Sos el segundo campeón Nacional argentino consecutivo de fuera de la Ciudad de Buenos Aires y alrededores. A eso se suma la FMS que acaba de ganar Larrix. ¿Es simple casualidad o habla de la federalización del movimiento?
JP: Habla de que no todo el nivel se encuentra en la Capital. La narrativa y la historia puede tratar de centrarse solo en la Capital pero es inevitable que los talentos lleguen a desarrollarse, no importa la lejanía y no importa el contexto. La escena argentina me parece que hoy en día es la mejor escena de freestyle del mundo por su variedad, por su originalidad y por lo filosa que está; siento que hay muchos estilos todos muy buenos.
T: ¿Cómo fueron tus inicios rapeando en Miramar? ¿Hay aspectos de tu free que te gustaría mejorar?
JP: Mis inicios fueron después de ver la película “8 Mile”. Empecé a intentarlo con un amigo que vivía cerca de mi casa y nos empezó a gustar. Lo hacíamos y la gente se copó, después encontré otra ola de pibes que habían arrancado más o menos de la misma forma. Nos empezamos a juntar, a evolucionar, a viajar a los alrededores para competir y cada vez que podíamos nos íbamos más lejos.
Siempre hay aspectos de mi freestyle que me gustaría mejorar, como tal vez ser más preciso con las cosas que quiero ejecutar.
T: Últimamente se quiere dar por “muerto” al freestyle, y es cierto que perdió masividad. ¿Qué mirada tenés sobre este tema?
JP: La gente que dice que el freestyle se está muriendo son personas que creen que el freestyle es solamente rimar.