María Eugenia “La China” Suárez y Joaquín Furriel protagonizan “El duelo”, una película de aventuras con tintes de comedia, dirigida por Augusto Tejada, que se estrenará este jueves en las salas argentinas y que reúne por primera vez a los famosos intérpretes, quienes coincidieron en que la llave de esta historia está en la química que se dio entre ambos.
“La complicidad es algo que surgió desde el principio, fue algo medio automático. Ya en el primer chiste nos entendimos, para mí el humor es muy importante, y acá nos tentábamos y por momentos no podíamos filmar de la risa, fue un placer trabajar con Joaquín, ojalá siempre fuera así”, dijo a Télam Suárez, quien actuó en filmes como “Abzurdah”, “Los padecientes” y “El hilo rojo”.
Rodada en las ciudades uruguayas de Colonia y Montevideo y en sus afueras, “El duelo”, sigue la vida de Ernesto, un hombre sumido en una gran depresión, quien al no encontrar consuelo toma una decisión que le cambia su vida y lo lleva al otro extremo, a pelear por ella.
“Yo venía de hacer personajes muy solitarios, muy complejos, y para mí la novedad que tenía esta película era trabajar la ingenuidad y confiar en que no había que estar preparando mucho nada, sino que en el momento, juntos, iban apareciendo las cosas; nos divertimos mucho y eso es algo se ve y que se da o no se da”, contó Furriel, uno de los actores más renombrados del país.
La dupla protagónica contó en la entrevista con esta esta agencia que ya se conocían a través de Benjamín Vicuña (ex de la actriz y cantante), nunca habían coincidido en el trabajo hasta el año pasado, cuando rodaron esta comedia, cuya trama se desata cuando Ernesto, tras descubrir accidentalmente la infidelidad de su esposa, decide contratar a un asesino a sueldo para que termine con su vida.
Sin embargo, su plan cambia cuando conoce a Rita (Suárez), una mujer fuerte y luminosa que le devuelve la ilusión y el amor. Juntos tendrán que enfrentarse a los peligros que los acechan y escapar de la muerte.
“Evidentemente hay algo de los personajes encriptados que me atrae y por eso los elijo –indicó el protagonista del filmes como “El patrón: radiografía de un crimen”, “La quietud” y “El hijo”, entre muchos otros-. Pero cuando me propusieron hacer esta película de aventuras, que ‘La China’ ya estaba involucrada en el proyecto, y que ella me había sugerido, me puso contento, porque es un personaje que ni yo imaginaba”.
En la charla, Furriel y Suárez se explayaron sobre cómo fue hacer esta experiencia en el largometraje de Augusto Tejada, director de las series «El secretario», «Millennials» y «El asistente».
Télam: ¿Podemos decir que sus personajes están llevados a un extremo y ahí es donde surge el humor?
Joaquín Furriel: La novedad que tiene “El duelo” es que los roles están invertidos culturalmente y eso es un golazo. Estamos acostumbrados a que los varones son los valientes, que la mujer se asusta, se debilita. Acá el debilitado soy yo, es Ernesto, un hombre asustadizo, ingenuo, que tiene miedo.
China Suárez: Y es tanto más atractivo… A mí me parece tan adorable el personaje de Ernesto, él le cuenta a Rita sus inseguridades, y es quien la sigue a todos lados y confía. Ojalá que los tipos dijeran “yo también puedo mostrar mis inseguridades”.
JF: A mí se me venía a la cabeza la historia de los dibujitos animados, yo soy un antihéroe en mi vida, me autopercibo “loser”, si tengo una situación que me pongo nervioso, se me seca la garganta. Acá hay algo del personaje que hacía que lo pueda extremar.
T: Era como un juego, algo más lúdico.
JF: Sí, yo no estoy acostumbrado a eso, en mi trabajo siempre estuve en una cosa más dramática, y «La China» tiene algo que me copa mucho. En toma está presente. El humor que ella maneja no siempre lo tengo. Lo tengo en mi vida pero en el laburo estoy tan concentrado que pierdo un poco eso. Hay gente que tiene algo que manejan más liviano, es algo generacional.
CS: A mí me fascina como trabaja Joaquín, es de la escuela de esos señores actores, con los que aprendés muchísimo. Él es en su forma más estructurado, pero yo sé el trabajo que hay previo, por eso quería trabajar con él. Benjamín (Vicuña) me dijo “eres la persona más desconcentradamente más concentrada”. Cada uno tiene su forma. Es también confiar en el compañero. Para mí el trabajo en equipo es fundamental, y estaba totalmente apoyada en Joaquín y pendiente de qué iba a hacer en escena para hacerme reír.
T: A Rita se la ve valiente pero también tiene su costado vulnerable
CS: Mi personaje es una mujer súper controladora a la que se le va de las manos el laburo básicamente. Lo hizo miles de veces y nunca le pasó, es la primera vez que tiene que perder el control, y eso tiene un riesgo para ella. Rita es fuerte pero por adentro está derretida, se muere de amor.
JF: Esa es la llave de la película, es ver a dos que están escapando en situaciones cada vez más insólitas, porque no saben para dónde van a ir; y la dupla es muy sorprendente. Desde que se conocen arranca el desastre que son ellos dos juntos, por lo inverosímil aparente. Como la vida, vos te encontrás con alguien y cuando empezás a hacer un poco de agua también empezás a cuestionar tu propia identidad, y eso es lo que les pasa a ellos dos. Se va armando el vínculo y como decía «La China» antes, estamos tan acostumbrados culturalmente a que el hombre es el que tiene que tener los huevos, el que tiene que resolver esto y lo otro. Y también diría que en la historia de mi familia de mis abuelos inmigrantes para el afuera actuaban algo, pero para adentro las que prácticamente manejaron siempre las cosas eran las mujeres, ¿en qué momento se construyó que los tipos somos lo que no somos si es mentira?
T: Acá se lo ve a Joaquín en otro registro.
CS: Eso es lo lindo, verlo a Joaquín sin prejuicio, es un actor posta de renombre y decir “este pibe es muy gracioso”. No deja de ser serio y encima hace bien comedia. No todo el mundo puede hacer comedia.
T: Y Ernesto tiene esa mezcla con lo dramático a la vez
JF: Siempre fui medio fan de Buster Keaton. Él tiene algo triste y sufre y la actuación da humor. Hay algo de ese tipo de humor que a mí me gusta, para que se arme eso es muy importante la combinación de las dos energías, una clásica argentina es Olmedo y Portales, uno es de una manera y otro de otra, no pueden jugar los dos en el mismo lugar. Y en ese sentido. el personaje de «La China» y como lo hace ella, que aparenta es ser frio y calculador pero en un segundo se le pasa todo, va y vuelve, eso que le pasa en toda la película, hace que uno rse econozca en la humanidad de los dos personajes.
T: ¿Qué significa hacer un película argentina en los tiempos que corren?
CS: Es un orgullo, es dejar el cine nacional en alto. En Argentina es difícil hacer películas de acción, es un gran esfuerzo que hicieron los productores. Para mí es un orgullo, porque esto hace que otros apuesten a hacer películas de este tipo.
JF: Me pasa lo mismo, siento ese orgullo y siento que también es un tipo de cine que no se ve habitualmente.