CULTURA TELAM – (Por Genaro Press, especial para Télam).- La sexta edición del Festival de Arte Queer (FAQ), que se realizará en la ciudad de Buenos Aires desde este próximo sábado hasta el 9 de diciembre, concentrará a artistas argentinos y extranjeros, un homenaje a Alejandro Urdapilleta y una serie de conciertos, proyecciones, conversatorios y performances que «pretenden cuestionar, poner en jaque o desafiar cierto sentido común instalado del correcto deber ser y hacer» y al mismo tiempo evitar que se instale un «deber hacer queer», apuntan sus organizadoras.
Bajo el lema «Somos unx, somos muchxs, estamos juntxs», el FAQ está organizado por la Asociación Civil y Cultural Brandon y, desde su origen, lo llevan a cabo Lisa Kerner y Violeta Uman. Las ocho jornadas del festival tienen diferentes sedes y propuestas artísticas, que van desde una feria callejera con músicos y djs, hasta una performance en el Riachuelo y una recorrida por los estudios de varios artistas visuales.
«Argentina es un país muy vasto y con propuestas muy variadas -observa Kerner en entrevista con Télam-. Sin embargo, es recurrente la conversación sobre las dificultades de desarrollar las prácticas artísticas queer por fuera de las grandes ciudades. En este sentido, la ciudad de Buenos Aires es la que más propuestas concentra y no para de crecer día a día».
Al anunciar el FAQ, Uman comentó a Télam que les gusta «pensar el festival como un canal y lugar que sirva para visibilizar artistas que están empezando y que tanto ellos, como los ya consagrados, puedan intercambiar públicos. Buscamos visibilizar el trabajo de (y crear trabajo con) artistas queer sin que tenga que ser sobre su queeridad, historias personales o políticas de identidad, o bien el trabajo de artistas que no son específicamente queers pero sí lo es su enfoque».
¿Pero qué es exactamente lo queer? Es un término que apareció a fines de la década del 80 y a principios de los 90, cuando los estudios de género anglosajones comenzaron a pensar categorías por fuera del sistema binario. En un estudio que este año presentaron el brasileño Antón Castro Míguez, el argentino Facundo Saxe y el chileno Juan Pablo Sutherland, los académicos explican que «lo queer aparece como una tensión entre diversos espacios y posibilidades» y que «no inicia nada, sino que forma parte de un gran sistema de pensamiento enunciado por fuera de la cisheteronorma patriarcal y que tiene una genealogía compleja, contradictoria, invisibilizada, incompleta, caótica y multiforme».
En 2010, Silvina Delfino y Flavio Rapisardi escribieron un artículo en la revista Ramona en el que proponían a lo queer como una de «las formas de resistencia global contra todo tipo de discriminación, pero también contra el carácter asimilativo de las políticas de identidad neoconservadoras», que construyeron pánico moral, sobre todo en la epidemia del HIV, por lo que «habilitaban a la teoría queer no solo como crítica de la heteronormatividad obligatoria, sino también como estrategia política contras las normas económicas y políticas que perpetúan la segregación y la exclusión».
Así, desde 2016, FAQ funciona como un espacio de resistencia y a la vez de visibilización de la práctica artística y cultural no solo de la Argentina, sino también del mundo, donde funcionan talleres, proyecciones de cortos cinematográficos, lecturas, danza y música. Entre los 72 artistas que participarán de la próxima edición están el uruguayo Dani Umpi, Marico Carmona, Analía Couceyro, la artista y activista española Alex de la Croix, Juanse Rausch, Ibiza Pareo, la actriz española Rocío Saiz, Manuel Attwell, Luky La Puti, Diego Velázquez y Susana Pampín, Paula Trama, Chocolate Remix, Belén Correa (del Archivo de la Memoria Trans), la directora del Palais de Glace, Feda Baeza.
En ese artículo de Delfino y Rapisardi se advertía sobre la «fetichización de la diversidad sexual» como consecuencia de los avances en cuanto a políticas de género cuando empezaron a aparecer «organismos multilaterales de crédito dispuestos a financiar nuestros espacios de producción estética, investigaciones y centros de estudio y de posgrado de género, orientación y diversidad sexual». Observaron que eso provocó «la institucionalización acrítica de ámbitos de producción cultural o de ‘estudios de mujer’, gay, lésbicos, queer» ya que al focalizar el género o la identidad de género como «objeto fetichizado» se terminaba, por un lado, sosteniendo formas de disciplinamiento y, por otros, se clausuraba la posibilidad de pensar una organización colectiva.
Kerner va un poco más allá y cree que «hablar del lugar de ‘lo queer’ merece una respuesta mucho más amplia pero centralmente podría decirse que pretende cuestionar, poner en jaque o desafiar cierto sentido común instalado del correcto deber ser y hacer, pensando esa lógica atrapada en un modelo heterocispatriarcal y al mismo tiempo, no volver a encerrarse en lógicas propias que de nuevo instalen un ‘deber hacer queer'».
Para Natalia Mallo, directora del festival RISCO, que se realiza anualmente en la ciudad brasileña de San Pablo y que estará como invitada en FAQ, lo queer es «además de un modo de vivir, estar en el mundo y relacionarse con el cuerpo, la subjetividad y la norma, entre mil otras cosas. Es una lente para mirar el arte y observar el tiempo en el que vivimos y los procesos históricos que nos traen hasta este momento. No es para sacar conclusiones sino, tal vez, para hacer cada vez más preguntas», definió en diálogo con Télam.
En este sentido, cree que «el arte queer hace muchas preguntas importantes y relevantes, y es hoy un movimiento de resistencia muy interesante, imperfecto, seductor y problemático. Por mi experiencia de los últimos años recorriendo festivales del mundo, lo que se está haciendo a partir de la definición ‘arte queer’ es impresionante. Sobre todo, cuando va más allá de las siglas y se intersecciona con otras disidencias».
Ruth McCarthy, que también participa de esta edición de la FAQ, es la directora artística del Festival Outburst, que lleva 17 ediciones y se realiza en Belfast, Irlanda. En su opinión, «el arte queer es un catalizador. Pese a que para algunos pueden ser trabajos con o realizados por personas que son gays, lesbianas o transgénero, y aunque los incluye, también pienso que es una manera de explorar e interrogar sistemas, formas e ideas sobre no solo género y sexualidad, sino también sobre todo lo que esas cosas informan, crean y disrumpen».
Los avances de la derecha y posiciones neoconservadoras a nivel mundial podrían pensarse como una amenaza para las diversidades sexuales luego de la ampliación de derechos y hasta cierta institucionalización del movimiento LGBTQ+.
McCarthy observa que «en algunas partes del mundo más instituciones (galerías, museos, empresas de medios, universidades) se abrieron al arte y las ideas queer, algunas de formas más interesantes que otras. Muchos adoptaron un enfoque amplio de ‘diversidad e inclusión’ con mejor representación y espacio para artistas LGBTQ+, negros e indígenas, lo cual es, por supuesto esencial. Pero a menudo no va acompañado de un cambio estructural sostenido o cambios de poder. Las ideas queer pueden explorarse o presentarse dentro de las instituciones, pero dado que su naturaleza es ser disruptivo y cuestionar, eso solo puede llegar hasta cierto punto dentro de ciertas estructuras antes de encontrar resistencia».
Mallo, por su parte, ve una paradoja: «El arte queer y sus hacedoras/hacedores muchas veces necesitan los espacios institucionalizados para obtener recursos, sobrevivir y crear. Y al institucionalizarse, porque se trata siempre de negociaciones, concesiones y trámites burocráticos, suceden algunas cosas, como la idea de que algo se pierde (se ‘desqueeriza’ el trabajo, deja de ser tan contracultural). O entonces se generan tensiones en la relación artista-institución-público que pueden inclusive resultar en censura. O en auto censura, lo que es aún más triste. Al mismo tiempo, ‘hackear’ las instituciones e infiltrar el arte queer en espacios de poder es muy interesante y produce transformaciones profundas».
«No tengo una respuesta sobre qué hacer con el dilema de la institucionalización – confiesa-, pero pienso que las instituciones si quieren realmente transformar sus modelos, prácticas y políticas, deben desmantelar los pequeños grupos de consenso que suelen tomar las decisiones importantes y donde suele reinar la blanquitud (sic) y la cishetero normatividad».
«Es por eso -interviene a su turno McCarthy- que las iniciativas y festivales artísticos independientes y liderados por gente queer siguen siendo vitales. Más que nunca necesitamos espacios y recursos para que artistas, escritores y pensadores queer exploren y compartan ideas sin obstáculos».
Por eso, Kerner dice que esperan que «esta edición sea nuevamente una fiesta del colectivo LGBTIQ+ para toda la comunidad y por supuesto, en este contexto-país, un espacio para reivindicar y defender nuestros derechos como Derechos Humanos, celebrar nuestras existencias y ofrecer un festival de calidad y variedad de propuestas artísticas del que quienes hacemos FAQ, podamos estar orgulloses».
Las actividades de la sexta edición del Festival de Arte Queer (FAQ) se pueden consultar en la página web faqfestival.com.ar.