Dramaturgia y dirección de Gabriela Romeo
Estreno: lunes 29 de julio a las 20h
Funciones: lunes a las 20h 
ITACA COMPLEJO TEATRAL Humahuaca 4027
Entradas: por Alternativa Teatral y en boletería

 

Dice la autora y directora: 

“Pasar frente a la cárcel abandonada en la Avenida Caseros una y otra vez, produjo en mí un estallido de imágenes. Formas, colores, texturas, música y olores. Un video de una familia gitana que me apareció, así por casualidad seguramente no, me perturbó. Mujeres carceleras y presas a la vez. Extravagancias. Patriarcado. Descendencia. La virginidad custodiada … Nosotras en la historia del mundo amando, luchando y… un recuerdo que creí dormido, se despertó: Santa Catalina de Alejandría encarcelada, decapitada por su inteligencia. Siglos después, elegida Santa de los sombrereros y patrona de las mujeres casaderas. ¿Matrimonio?

¡Auxilio con los mandatos! ¡Qué recuerdo! No pude soltarlo. Como una aparición, vi a sus devotas encerradas en la cárcel de Caseros que en mi historia se convirtió en una antigua fábrica familiar de sombreros. Ahí, se las obliga a fabricar oro clandestino con venenoso mercurio. Los hombres no podían faltar. El de los ideales puros y el de oscuros propósitos. El mercurio que antaño se utilizara para cepillar sombreros y hoy contamina aguas, desprendió el perfume hediondo de nuestra actualidad que como una bendición, por momentos, la hacemos poesía. Y mientras tanto… conozco a Lisandro Novelli, nieto del maestro Osvaldo Pugliese e hijo de la Beba. El oído de la dramaturga se hizo fiesta.

Impregnada, habitada, empecé a jugar en un tiempo no tiempo. El par de opuestos maldición/bendición. Volé con ”qué pasaría si”… Crucé mundos impensados juntos. Me divertí, me angustié e inquieté con un universo a lo Kusturica. Bizarro, patético, conmovedor y profundo. El humor se metió sin pedir permiso aunque no acalló las emociones desbordadas que son barro en el Río Paraná. Después, comenzó el mágico juego con los actores. Sin ellos, la obra no es. Con ellos y un equipazo de maravillosos artistas. Poetizar, construir lenguaje juntos. Un viaje de aciertos, desaciertos, carcajadas, incertidumbre, sorpresas y alocado disfrute que hoy compartimos.”

Comentario – Las Acosta

Gabriela Romeo tomó todas estas partes que menciona: su mirada sobre la construcción derruida del antiguo penal de Caseros, los gitanos, Santa Catalina de Alejandría, el ícono del Maestro Pugliese, el mercurio y los sombreros, el oro sacado del crisol, y puso todo ese bagaje en diálogo con las figuras que exhalaban: patriarcado, mandatos sociales, matrimonio, virginidad, bendición-maldición como binarismo eterno, varón-mujer, bueno-malo. Y de ese diálogo extraño bordeando lo bizarro, coqueteando con el grotesco sin definirse como tal, con toques sutiles de un humor que llega como brisa, así creó una pieza sorprendente.

Defino esta obra como una construcción alquímica, y no por nada nombra el oro y su búsqueda en el lecho barroso y pedregoso del rio, el fuego que ayuda a calcinar los vestigios, el mercurio. Cuatro elementos bien equilibrados puestos en boca (maravillosas bocas) de cuatro personajes, dos actrices, dos actores, en un duelo-danza actoral impresionante porque no se escapa ni una respiración, ni una letra de cada palabra enhebrada en un texto difícil de decir, duro para pasar por el cuerpo. Sin embargo todo fluye perfecto y llega justo, mantienen la atención bien arriba por los 60 minutos que transcurren en escena. Tierra, Aire, Agua, Fuego, están allí, interactuando al filo de un espacio-tiempo que se define como fuera de este tiempo. Tenemos un abuelo sombrerero devenido en traficante de mujeres, Darío Serantes, que habla un lunfardo muy gracioso, mezclado con picardía, una santa que habla un español antiguo intrincado en estructura que fluye de su boca con una gracia especial, Laura Otermin; en esa santificación recorre mundos y llegará a sorprenderlos con otra figura que dibuja por un instante, con maestría.

Aquí me detengo porque la autora elige una santa del siglo IV de la que casi no hay información puesto que era una mujer inteligente, erudita, y cristiana; fue mártir, en verdad habría que pensar si la mataron por cristiana o por ser mujer inteligente, eso aun se discute en los ámbitos religiosos.

La otra mujer es la gitana, Maia Lancioni, bailaora devenida en maldición por una serie de eventos que ella misma va desanudando; una actriz que pone el cuerpo dónde quiere mientras que relata su historia con la fuerza única que imprime a esa mujer que interpreta. Y un joven idealista, Tomás Claudio, con una expresividad tan intensa que se mete en ese muchacho en busca de un rio que ya no es lo que él espera, quiere entender que pasa allí, en ese lugar dónde el tiempo va en cualquier dirección, los muertos viven y los vivos se mezclan con ellos. 

Un texto que juega con el lenguaje en todas las formas que se les puedan ocurrir, cada personaje tiene un modo preciso para un decir que es propio de su rol, esto es un trabajo maravilloso de escritura pero además es un trabajo actoral muy intenso, buena dirección y buena energía entre ellos y ellas para dar como resultado esta pieza que dice mucho, muchísimo, pero no cansa, no se agota en escena, sigue latiendo en el desarrollo que cada uno puede hacer.

Hay muchísimos detalles que están como datos justos de un texto sorprendente como me surge definirlo. Las luces y el diseño sonoro están perfectos, la sala de Ítaca es una espacio que brinda todas las posibilidades para hacerlo bien. Cabe destacar que los actores y actrices se desplazan por el espacio escénico y generan una amplitud en la dimensión de sus personajes, eso le aporta aun mas fuerza.

Recomendamos! (Y si quieren  escriban para decirnos que elemento es cada personaje)

FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA

Dramaturgia: Gabriela Romeo

Actúan: Tomás Claudio, Maia Lancioni, Laura Otermin, Darío Serantes

Diseño de vestuario: Alejandro Mateo (adea)

Diseño de luces: Horacio Chino Novelle

Diseño De Sonido: Sergio Vainikoff

Realización de vestuario: Liliana Mirta Palacio

Realización de objetos: Norma Rolandi

Música original: Sergio Vainikoff

Fotografía: Gianni Mestichelli

Diseño gráfico: Mariana Rovito

Asistencia de dirección: Lucas Matey

Utilería: Norma Rolandi

Dirección: Gabriela Romeo

Paula Simkin Prensa