Los mandatos de género en la escena lorquiana

 versión de Alfredo Martín

ESTA VERSIÓN DE LA CASA DE BERNARDA ALBA DE FEDERICO GARCÍA LORCA, REALIZADA A PARTIR DE LA LECTURA DE TEXTOS DE JUDITH BUTLER.

Dice Alfredo Martín
“La ciega autoridad de una madre, ahoga todo deseo personal. Se extrema la tradición patriarcal, despojando a las hijas de derechos y libertades. Es una sociedad clasista y religiosa que acaba
funcionando como dispositivo totalitario, y los cuerpos de varones representando ese drama, subvierten y trascienden la historia y la resignifican, trasladándose a cualquier territorio actual
donde aniden la dictadura y la deshumanización”

Un elenco de actores varones representa la Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca: una historia de violencia y represión patriarcal escrita para actrices mujeres.

La experiencia escénica que cuestiona la normativa binaria expresada por Judith Butler, en su texto: El género en disputa. Allí explica que se impone una actuación obligada sobre las personas,
una performatividad que incluye o sanciona la pertenencia a una sociedad.

Síntesis

Bernarda Alba acaba de enviudar por segunda vez, e impone a sus hijas un luto riguroso y una prolongada reclusión. Cuando la hija mayor, hereda una gran fortuna, se compromete con Pepe, el
romano, desatando los celos y las pasiones. Adela, la hija menor, se rebela contra la tiranía de su madre, desembocando en un trágico final.

Comentario – Las Acosta

Esta versión de Alfredo Martín nos propone un ejercicio de comprensión frente al tema del género y las emociones con las cuales se asocian. Se nos construye a través de los siglos en la cultura patriarcal, varones son fuertes, mujeres son débiles, y no hay mas opciones. Bernarda Alba es una mujer fuerte, imperativa, despiadada, y absolutamente atada a los mandatos patriarcales, puede morir en su asfixia antes que mostrar cualquier gesto de compasión. Bajo ese poder ejerce la jerarquía sobre sus hijas, criadas y demás mujeres. En esta versión hecha por hombres, lo que sentimos que se destaca, es la energía, se da privilegio a la energía masculina/femenina que nos construye como seres humanos y deconstruye el binarismo esclavizante, por eso queda de manifiesto con mayor fuerza el imperio esclavizante de las emociones malignas de este ser atormentado por el odio. Cada uno de los actores pone su energía al servicio de cada personaje, sin ser mujeres, son varones, pero se pone de manifiesto esa deconstrucción; unxs débiles, sometidxs, otrxs subversivos frente al poderío de Bernarda, otrxs simplemente transgresores. Cada personaje va a batallar hasta encontrar, o tratar al menos, el camino a la libertad. Cada actuación es destacable, precisa, bella, Bernarda es todo lo imponente que merece ese rol, Marcelo Bucossi está genial.

La dirección logra que esta obra coral despliegue actuaciones bien ensambladas como hemos disfrutado con estos actores.

La puesta en escena con esa escenografía circular recarga ese circuito de agobiante laberinto que despliega este ser tiránico, que desde su porte, su parada, su paso firme, impone autoridad desde el dispositivo del terror. El vestuario refuerza esta dinámica ya que no son hombres trasvestidos de mujeres, no son andróginos, no lucen como hombres ni como mujeres; la vestimenta rompe el binarismo y creemos que apunta a la identificación, o negación, de cada personaje con el sistema del autoritarismo religioso.

La música en vivo es maravillosa, y nos transportó al universo lorquiano de aquella España atravesada por la peor época de agobio político y social.

Recomendamos ver esta obra, abrir el corazón, la mente, abrirse a un universo Lorca traído a este siglo XXI con pensamientos de vanguardia y opresores del pasado.

Elenco por orden alfabético:

Marcelo Bucossi: Bernarda Alba / Luis Cardozo: Magdalena / Osqui Ferrero: Adela / Daniel Toppino: María
Josefa / Ariel Haal: Martirio / Juani Pascua: Amelia / Gustavo Reverdito: Angustias / Marcelo Rodríguez:
Poncia / Rodrigo Audisio: Vecina y Mendiga / Miguel Ángel Villar: Criada / Juan Zenko: Prudencia / Música en
vivo: Agustín Giganti.
Asistente de Dirección: Ana Pasulevicius / Asesoramiento Artístico: Marcelo Bucossi / Dramaturgia y Dirección
general: Alfredo Martín

Ficha técnico-artística

Escenografía: Ariel Vaccaro / Iluminación Ricardo Sica / Vestuario: Alejandro Mateo /Fotografía y video: Ignacio Verguilla /
Diseño de objetos y Gráfica: Gustavo Reverdito / Entrenamiento corporal: Armando Schettini / Asesoramiento teórico: Estela
Castronuovo / Asesoramiento musical: Pepa Luna / Cantantes: Julia Mizes, Daniel Goglino y Francisco Tortorelli / Prensa y
difusión: Paula Simkin
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