Una película de Luciana Murujosa

Estreno en el Cine Gaumont el jueves 5 de octubre

Documental / Argentina, Austria / 90 min / 2023 / Color y ByN / DCP

TRAILER

https://www.youtube.com/watch?v=0NuTSn9AuEU

Con valiosos testimonios de referentes como Agustín Alezzo, Augusto Fernandes, Pepe Novoa, Pochi Ducasse, Cora Roca, Julio Ordano, Luisa Kuliok, Mónica Villa (entre otrxs), este documental da cuenta de la revolución que suscitó la llegada de Crilla a estas tierras tras lograr huir del nazismo.

Sinopsis

En 1940, la actriz judía austríaca Hedwig Schlichter llega a la Argentina huyendo del nazismo y dejando atrás una promisoria carrera en cine y teatro. Aquí introduce el Método de Stanislavski adaptándolo a su experiencia y forma a una gran cantidad de actores, directores y maestros que propagan su legado, revolucionando así el estilo de actuación.
Hedy Crilla, la sensible, valerosa e innovadora mujer, actriz y maestra de actores -y maestra de maestros, como Agustín Alezzo, Augusto Fernandes y Carlos Gandolfo, entre tantos más- es recuperada en este filme como el gran factotum que cambió para siempre la historia de la escena iberoamericana. 

Reseña – Somos Las Acosta.

Asistimos a la avant premiere de Hedy Crilla, maestra de actores en el Centro Cultural 25 de mayo. Durante la presentación, pudimos escuchar la banda de sonido en vivo sobre el escenario, interpretada por un trío de pianista, violinista y soprano que tocaron las piezas de variadas épocas que se escuchan en el transcurso de la película.

En este documental vemos a su biógrafa, Cora Roca, y a su sobrino, Victor Schlichter, contar gran parte de la vida personal de esta artista, además de tener las palabras de grandes actores, reconocidas figuras del teatro argentino, que repasan su historia dentro de la profesión.

Una historia de vida narrada desde el recuerdo pero con una visión muy marcante desde el presente con unos pasos firmes de lo que vendrá para el mundo teatral. Muchos maestros brindan su voz para recrear la figura de esta gran maestra, que marcó las carreras de muchos de ellos y también de los alumnos de sus propios alumnos, que siguen recordando su método de enseñanza hasta el día de hoy.

Sobre el final hubo mucha emoción, muchas historias que cobraron vida en torno al recuerdo de esta mujer con nombre de teatro, anécdotas en primera persona marcadas con su sello y las palabras de profesionales que recrean su figura de modo similar al de los hijos que se abrazan al recuerdo de su madre.

Si realmente quieren conocer una parte fundamental de la historia del teatro en Buenos Aires, y una historia de vida y trayectoria sin igual, recomendamos ver este documental, recomendamos ver Hedy Crilla, maestra de actores.

Texto de la directora sobre el film 

Mi relación con el teatro es bastante peculiar. Tomé mi primera clase a los 6 años en un taller de la escuela primaria: fue un desastre. No volví más hasta el último año del colegio secundario. Por algún motivo quise volver a intentarlo y a partir de ahí no paré. Hice toda la escuela en Timbre 4 y al cabo de cinco años llegué, casualidades mediante, al estudio de Agustín Alezzo. En las clases, esporádicamente aparecía la figura de esa señora con la que él había estudiado: “la Crilla”. Cada bocado sobre ella me maravillaba, hasta que llegué a entender la importancia que había tenido esa mujer en su vida, en su formación y en la de tantos otros, por no decir en todos nosotros. Sentí que ella era un árbol y al mismo tiempo una semilla. Sus alumnos dieron alumnos que dieron alumnos. E inmediatamente me di cuenta que en los años que había estado en el medio teatral nunca había escuchado su nombre. Era imperante sacarlo a la luz. Me sentí en la necesidad de hacer un documental sobre este personaje crucial aprovechando a quienes la conocieron íntimamente. Encontré que no sólo su legado era inmenso sino también su propia historia de vida. Y qué mejor que una vida de teatro como excusa para hablar sobre lo que es actuar. El ritual en la preparación, la búsqueda de la conexión con el compañero, el permitirse estar tan permeable para que la mirada del otro logre penetrarte y afectarte de una forma tan real que la escena verdaderamente suceda y se produzca ese pequeño milagro. La Crilla guió el camino de lo que para mí sigue siendo un misterio: cómo lograr que una escena esté viva. 

La historia y la tarea de Hedy Crilla es tan grande como invisible. Este film no es solo una biopic: es el rescate de una mujer crucial que ha quedado en el anonimato. Es un homenaje a ella y a sus discípulos que fueron el origen de nuestra forma de actuar. Es una historia particular y a la vez universal, donde la disciplina, la pasión y el amor dan forma a una película de visión obligatoria para el mundo teatral y que aportará sentido al público general.

FICHA TÉCNICA

Con la participación de: Agustín Alezzo – Augusto Fernandes – Pepe Novoa – Pochi Ducasse – Eugenio Zanetti – Cora Roca – Julio Ordano – Helena Tritek – Andrés Schlichter – Luisa Kuliok – Mónica Villa – Edgardo Moreira – Héctor Bidonde – Gustavo Luppi – Nora Kaleka – Daniel Marcove – Bernardo Forteza – Rosario Zubeldía – Patricia Kraly

Actúan: Julián Caisson – Gabriel Cavia – Santiago Cerra – Karen Koch – Benjamín Marco – Ivana Sabatini

Equipo técnico
Casa Productora: Lulù Marshall Films, Plan C Filmproduktion OG
Productoras: Luciana Murujosa, Claudia Wohlgenannt
Directora: Luciana Murujosa
Producción ejecutiva: Daniela Martínez Nannini, Silvana Cascardo
Guión: Mónica Salerno, Luciana Murujosa
Dirección de fotografía: Pigu Gómez (ADF)
Montaje: Cristina Carrasco Hernández (EDA), Luciana Murujosa
Dirección de sonido: Lucas Larriera (ASA)
Música original: Lucio Bruno-Videla
Dirección de arte: Mirella Hoijman
Vestuario: Mariana Seropian
Prensa: Luciana Zylberberg – IG@lucianazylberbergprensa

Bio Hedy Crilla 

Nacida en Viena en 1898 en el seno de una familia judía, Hedwig Schlichter desarrolló una sólida carrera como actriz en cine y teatros de Austria y Alemania. Sin embargo el ascenso del nacionalsocialismo y el creciente antisemitismo la empujó al exilio en Francia. Al estallar la guerra decidió abandonar Europa, llegando a la Argentina en 1940. Inicialmente vinculada al Teatro Alemán Independiente y compañías francesas exiliadas, tuvo dificultades para insertarse en el mundo de la actuación debido a su fuerte acento por lo que desarrolló con creces su beta de maestra, fundando en 1948 la Escuela de Arte Dramático de la Sociedad Hebraica Argentina. Hacia fines de la década del ‘50 se produce el encuentro con los jóvenes actores del Teatro de la Máscara quienes la convocan para que les enseñe el método de actuación de Stanislavski que ella había adaptado a su experiencia. Este encuentro revolucionó el teatro nacional: la forma de actuar cambió para siempre, pasando de la declamación a un actor vivo en escena. Esos jóvenes (Agustín Alezzo, Augusto Fernandes, Carlos Gandolfo, Lito Cruz, entre muchos otros) se convirtieron luego en los más importantes actores, directores y maestros que, su vez, formaron a una inmensa cantidad de actores y propagaron este legado en el país y en el exterior.