de Luis Formaiano
El método Kairós – Estreno: domingo 9 a las 20:30hs
El Salvador 4530 – Palermo – CABA
Funciones: Domingos a las 20.30 / Localidades: $ 3.000.- Estud. y jubilados: $ 2.600.-
En venta por Alternativa Teatral
Director: Patricio Azor.
Actúan: Mónica Stricker, Juan Lucero, Emanuel Moreno Defalco y Juan Cruz Wenk.
En palabras del autor:
“Si tuviera que volver a vivir la misma historia, habría vuelto a pagar el costo. Eso marca la diferencia entre un espíritu libre y un espíritu encadenado, eso marca la diferencia entre respirar con la cabeza alta… O morir ahogado en tu propia mierda.”
“La escritura de esta historia implicó retroceder 50 años en el tiempo, hasta un momento
histórico en el que las condiciones bajo las que se vivía la homosexualidad eran
altamente desfavorables. A la traumática transgresión de los mandatos familiares se le
sumaba la estigmatización y penalización – con encarcelamiento – debido a los edictos
policiales vigentes como el 2H, generando que el colectivo se moviera en la
clandestinidad de las fiestas privadas o encuentros plagados de riesgos. La obra es
también una reflexión sobre el respeto por el propio deseo, la responsabilidad por las
elecciones que hacemos y la gestación de un espíritu resiliente que, finalmente, permite
avanzar en la vida con dignidad y plenitud.”
SINOPSIS
Basada en hechos reales, ésta historia, retrata la crisis de una familia cuando el hijo – en una época en la que nadie lo hacía, año 1973 – confiesa su homosexualidad. Desafiando mandatos y normas, Tony privilegia su deseo, ya que para él el deseo es motor y fuente de todo movimiento posterior en la vida.
Comentario
Tony es un hombre adulto que se presenta frente al auditorio como un militante por los derechos del colectivo LGBT. Relata la lucha a lo largo de los años; nos recuerda actos de represión y violencia de otras décadas en las que ser homosexual o lesbiana eran motivo de conflicto.
En ese contexto arranca la maquinaria narrativa y nos lleva a su propia memoria. Tony pequeño, adolescente, jóven, adulto.
Ese recorrido no solo aborda el tema de la elección sexual sino de los vínculos parentales; el tema pasa por los mandatos sociales, familiares, culturales, esos entramados de miedos que costó mucho desarmar.
Una madre absorbente que cubre con sus miedos y mandatos todos los caminos hacia el libre albedrío. Un padre culturalmente machista, afianzado en ese sistema de creencias que parecía imposible de cambiar. La sexualidad, los abusos, las decisiones, los vínculos, el amor. Todo esto va mucho mas lejos que solo pensarlo desde un sector o una forma de elegir la sexualidad; son temas que nos atraviesan a todxs.
¿Qué hacemos frente a situaciones que nos ahogan? ¿Somos capaces de elegir y sostener nuestra elección?
Ser resiliente no solo es reconstruirse a sí mismo desde los escombros, es tener la valentía de amarnos tanto como sea posible porque solo así podremos amar a otros. Y si amamos podremos perdonar. Perdonar es liberar los prisioneros del alma, hacernos libres de ser y sentir. Pero esto es un proceso, un camino largo.
El autor nos dice que volvió 50 años atrás para escribir esta obra y eso es ir en busca del remedio. Gracias a ese trabajo arduo, tal vez, puedas salir con alguna herida en vías de sanación.
Pero retomando la trama, vamos a hablar de los actores y la actriz en escena. Mónica Stricker compone a esa madre tremenda, fuerte, opresiva. Y también abarca algún otro rol. Difícil tarea, un personaje duro, intenso, que lo va desplegando en medio de ese mundo muy patriarcal en dónde ella no es menos fuerte. Juan Lucero es el padre, y también abarca otros roles, tiene un buen tono y va hilvanando esos personajes que son el vínculo de Tony. El niño, el adolescente, es Emanuel Moreno Defalco, nos sorprendió gratamente su trabajo, que es por cierto, difícil, áspero, por momentos tenso, muy bien jugado. Y Juan Cruz Wenk que es un actor dúctil, le pone aire a las situaciones, me parece interesante ese rol del narrador que a la vez ordena la energía de la historia y la pone en contexto. El tiempo del relato es muy importante porque tiene un peso muy fuerte.
Pato Azor es un director que pone aire en el texto, él privilegia el movimiento de los actores y la actriz para contar la historia de una forma viva. Las puestas que él suele hacer son a la medida de la forma que él quiere generar. Una escenografía sencilla y sólida a la vez que ayudada con el juego de luces da sentido a lugares, situaciones, épocas. La música es muy linda, les va a gustar, y ayuda a viajar en el tiempo.
En resumen: un libro arriesgado por lo que supone quedarse en carne viva frente a la mirada de todxs. Una dirección que respetó ese texto pero le dió todos los giros para que sorprenda, conmueva e impacte. Actuaciones fuertes, potentes, armónicas, pensemos que son cuatro personas en escena viajando en tiempos, espacios y formas con un ritmo conveniente para que no se estire ni quede trunca.
Recomendamos, y agradecemos lo jugado del texto pensando que es autobiográfico.